Para todo hay una historia

LA VIEJA HECHICERA 

En un pequeño pueblo del norte de suiza, hace muchos años, cuando todavía se creía en temas de brujas y hechizos, una pobre que se ganaba la vida gracias a la brujería curativa, tuvo que empezar a hacerlo en secreto ya que a ella la apasionaba y muchísima gente iba a pedirla ayuda.

Un día llego al pueblo una nueva familia, porque habían sido echados de su pueblo y no tenían ningún otro sitio a donde ir. La familia poseía una gran cantidad de problemas, un viejo amigo de la curandera les informo de la existencia de esta.

Al cabo de unos días el rey informo sobre una recompensa a los que encontraran a todos los que encontraran a todas las brujas del pueblo. La nueva familia se entero  y decidió ir a ver al vecino para que les contara donde la  podían encontrar, una vez que tenían la información decidieron ir a ver al rey ya que uno de sus mayores problemas era el económico. El rey les dijo que no les podía creer hasta que tuviera pruebas de ello, en ese momento a la familia se les ocurrió salvar también sus problemas de salud y le dijeron al rey que fuera con ellos. 

Esa misma tarde fueron a la cabaña de la curandera, ella como era tan dulce y amable accedió a curarles y cuando ya estaban curados, el rey y su ejercito entraron en la cabaña y cogieron a la bruje de muy malas maneras y la dejaron prisionera en el castillo, todos los días era sometida a grandes torturas, mientras se informaba al pueblo de todo lo que la ocurría en aquellas oscuras y húmedas paredes, las ultimas semanas antes de su ejecución, seria encadenada en la plaza del pueblo, así podría ser torturada y humillada delante de todos.  Para ese día todavía quedaba tiempo y la pobre mujer no entendía la situación ya que no era una bruja y el ser buena persona la había llevado a aquella terrible situación. A partir de aquel entonces decidió guardar fuerzas para poder permanecer viva mas tiempo.

Cuando se sintió con fuerzas suficientes, pidió por favor ver las estrellas, fuera de aquellas paredes feas, frías, sucias y solitarias en las que se encontraba. El rey acepto la propuesta y dos guardias se llevaron a la mujer a verlas. Aquella noche el cielo brillaba mas de lo que nunca podía haber imaginado o visto. 

Sintió una sensación extraña, como si se estuviera regenerando por dentro y al cabo de un par de minutos, se dio la vuelta y cogió a los guardias con todas sus fuerzas e intento escapar. La primera vez no lo consiguió , lo cual provoco en ella una furia mayor llevándola al segundo intento, del cual salio victoriosa y hecho a correr hacia el bosque buscando un refugio. Quería que estuviera lo mas alejado posible para que nadie la encontrara y así poder descansar y levantarse a la mañana siguiente con suficientes fuerzas para llegar a su hogar